En general, las recomendaciones de nutrientes, como las CDR (cantidades diarias recomendadas), están diseñadas para satisfacer las demandas de nutrientes del 97% de la población, por lo que pueden ser mucho más elevadas de lo necesario para cualquier individuo. Además, las necesidades de nutrientes están muy influidas por factores genéticos y ambientales. En el caso de la vitamina B12, por ejemplo, los factores genéticos determinan la biodisponibilidad y la absorción, además de su disponibilidad en la dieta. Los datos del UK Biobank mostraron una escasa correlación entre la ingesta de vitamina B12 y los niveles plasmáticos; incluso con una ingesta superior a la CDR, casi el 30% de la población presentaba carencias. La suplementación puede ser una forma sencilla de abordar estas necesidades de nutrientes, pero estamos empezando a comprender cuál es la mejor forma de conseguir una suplementación eficaz para satisfacerlas.
El estudio Nipper, realizado con el consorcio EpiGen en Singapur, Nueva Zelanda y Reino Unido, probó una suplementación con micronutrientes, mio-inositol y dos probióticos, que empezaba al menos 6 semanas antes de la concepción y continuaba durante el embarazo. Las mujeres que tomaron el suplemento mostraron disminuciones sustanciales en la incidencia de parto prematuro, rotura prematura de membranas y hemorragia posparto. Además, se observó un menor riesgo de obesidad asociado a una menor incidencia de crecimiento rápido en los niños. Curiosamente, la suplementación disminuyó el tiempo hasta la concepción en las mujeres con sobrepeso, pero no en las que sufrían obesidad. Asimismo, algunos niveles de micronutrientes en plasma y leche mostraron aumentos a lo largo del tiempo con diferencias entre los lugares del estudio.
Un amplio estudio clínico realizado en mujeres embarazadas en Australia (ORIP) demostró que un suplemento de altas dosis de ácido graso omega 3 DHA era más eficaz para reducir el riesgo de parto prematuro en mujeres con un nivel bajo de ácido graso omega 3 (ácido docosahexaenoico - DHA), pero aumentaba el riesgo de parto prematuro en mujeres con un nivel alto de DHA, al inicio del estudio. Los datos de este estudio permitieron desarrollar un algoritmo para asignar una dosis eficaz de DHA en función de los niveles basales de DHA, que actualmente se está sometiendo a pruebas clínicas.
Estos dos estudios clínicos ilustran que los factores ambientales, como los hábitos alimentarios y el IMC, afectan a los niveles de nutrientes y a la eficacia, por lo que es necesario adoptar enfoques individualizados.
En la actualidad, muchas mujeres en edad reproductiva presentan una o más deficiencias de (micro)nutrientes en todo el mundo. Aunque es necesario hacer hincapié en que las mujeres lleven un estilo de vida saludable y una dieta sana y equilibrada, la administración de suplementos nutricionales, preferiblemente desde antes de la concepción y adaptados a las necesidades individuales, es una forma eficaz de garantizar una ingesta y un estado nutricional adecuados. Para ello, es necesario desarrollar herramientas que permitan diseñar y aplicar una suplementación eficaz para mejorar los resultados a corto y largo plazo para las mujeres y sus hijos.
Nota de la autora
En Nestlé desarrollan soluciones de base científica para ayudar a las mujeres en su camino hacia la maternidad, antes, durante y después del embarazo. Su catálogo actual incluye suplementos multivitamínicos, DHA, botánicos y probióticos para satisfacer las necesidades nutricionales y sanitarias de las mujeres, promover un embarazo y un desarrollo del bebé saludables y favorecer la lactancia. Los esfuerzos en I+D permiten contar con una sólida gama de productos que incluye soluciones clínicamente probadas para reforzar y ampliar continuamente su catálogo.
Eline M. van der Beek
Head Nestlé Institute of Health Sciences, Nestlé Research
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