Un requisito primordial en la industria farmacéutica es garantizar la calidad del producto farmacéutico a lo largo de todo su ciclo de vida, empezando por que las materias primas sean de la calidad requerida hasta la entrega final del medicamento al paciente.
En los últimos años, se ha prestado mayor atención a las condiciones de envío, no sólo por parte de la industria farmacéutica, sino también del público.
Este artículo explicará brevemente las peculiaridades y la importancia de la cadena de frío en la validación del envío, detallando algunas de las criticidades que se han encontrado y algunas de las soluciones halladas.
Introducción
Durante los dos últimos años, la atención pública se centró en la pandemia de COVID 19 y en todos los temas relacionados. En particular, suscitó gran interés el transporte a temperatura controlada de las vacunas Covid, que tuvieron que almacenarse a temperaturas muy bajas y someterse a largos viajes para llegar a los distintos destinos finales en toda Europa.
Aunque el caso mencionado fue muy peculiar, la industria farmacéutica y las empresas de emergencia de su entorno que trabajan en el ámbito farmacéutico están acostumbradas a tratar con situaciones exigentes de temperatura controlada y a las condiciones extremas de temperatura que se requieren.
En los capítulos siguientes, examinaremos en detalle los puntos principales relativos a la validación de envíos, explorando más a fondo lo que se conoce como el campo de la cadena de frío.
Buenas prácticas de Distribución
Las Buenas Prácticas de Distribución abarcan todas las actividades relacionadas con la distribución de productos farmacéuticos terminados, desde el almacenamiento hasta la llegada a hospitales y farmacias.
Los productos pueden almacenarse directamente en la planta de fabricación y/o con profesionales de la distribución. Todas las cuestiones que puedan surgir están cubiertas por las Buenas Prácticas de Almacenamiento, incluidos todos los detalles relativos al almacén y las condiciones de almacenamiento.
A continuación, los productos se trasladan desde el almacén a diferentes lugares; esta parte del proceso se verifica y se mantiene bajo control mediante la Validación de Transporte y Expedición.
Todas estas actividades son fundamentales para garantizar la calidad del producto a lo largo de toda la cadena de suministro.
Validación de envíos
La Validación de Envíos tiene como objetivo verificar y asegurar que las condiciones ambientales durante el viaje y transporte del producto se mantienen en las condiciones predefinidas que han demostrado ser óptimas para mantener la calidad del producto.
Los requisitos mínimos a considerar / verificar para el transporte de productos farmacéuticos son:
- Cualificación de los camiones, cuando se utilice transporte terrestre;
- Cualificación de los contenedores de temperatura controlada pasiva o activa;
- Ambientes limpios y controlados;
- Al menos una temperatura y humedad relativa predefinidas, según sea necesario;
También hay que tener en cuenta que, en función del medio de transporte, la duración del trayecto y el número de cambios de transporte, debe existir un estudio exhaustivo, basado en el riesgo y fundamentado científicamente, que justifique el planteamiento de validación de las distintas rutas.
Cuando se trata de materiales especialmente sensibles y/o su valor es elevado, es una buena práctica preparar un Plan Maestro de Validación de Envíos (MSVP), que puede proporcionar una hoja de ruta para diseñar y cualificar los medicamentos sensibles a la temperatura y también servir como documento de orientación para proporcionar perfiles de temperatura significativos para los medicamentos en distribución que respalden las prácticas empresariales actuales.
En los párrafos siguientes se detallan los distintos aspectos que deben tenerse en cuenta.
1. Cualificación del transporte
También hay que tener en cuenta que, en función del medio de transporte, la duración del trayecto y el número de cambios de transporte, debe existir un estudio exhaustivo, basado en el riesgo y fundamentado científicamente, que justifique el planteamiento de validación de las distintas rutas.
Cuando se trata de materiales especialmente sensibles y/o su valor es elevado, es una buena práctica preparar un Plan Maestro de Validación de Envíos (MSVP), que puede proporcionar una hoja de ruta para diseñar y cualificar los medicamentos sensibles a la temperatura y también servir como documento de orientación para proporcionar perfiles de temperatura significativos para los medicamentos en distribución que respalden las prácticas empresariales actuales.
En los párrafos siguientes se detallan los distintos aspectos que deben tenerse en cuenta.
Con frecuencia, la empresa farmacéutica subcontrata esta actividad a empresas de transporte especializadas. En este caso, corresponde a la empresa farmacéutica verificar que el contratista cumple todos los requisitos de calidad, calificando al proveedor y manteniendo el control de su rendimiento durante el tiempo que sigue a la primera auditoría de validación y a otras auditorías periódicas.
2. Cualificación de envases pasivos con control de temperatura
Los productos farmacéuticos se identifican mediante el etiquetado, incluyendo las condiciones ambientales, para evitar cualquier alteración de la calidad del producto.
Siempre que se requieran condiciones especiales de temperatura durante el transporte, se debe elegir la solución más adecuada para cumplir este importante requisito y validar el tiempo máximo de mantenimiento de la temperatura en el intervalo de temperatura requerido.
Una de las soluciones más rápidas para temperaturas comprendidas entre 0 y -10°C es el uso de contenedores de temperatura controlada pasiva.
Estos contenedores están hechos de material aislante a través del cual se mantiene la temperatura mediante el uso de paquetes de frío distribuidos dentro de la caja, que permiten mantener la temperatura en el intervalo elegido.
El paquete frío puede utilizarse para mantener la temperatura deseada hasta 48-72 horas, dependiendo de las características y dimensiones del contenedor, del número de paquetes y de la cantidad de producto dentro de la caja.
Otras soluciones para el transporte de productos congelados, para alcanzar una temperatura inferior de hasta -50°C, pueden lograrse utilizando hielo seco y organizando una estación de rellenado si se necesita más tiempo para el viaje.
Los paquetes de validación para la configuración interna estándar suelen venderse junto con el contenedor.
3. Cualificación del contenedor activo para el control de la temperatura
Las necesidades de temperaturas más bajas, y en particular las extremadamente bajas, pueden satisfacerse utilizando un contenedor activo, es decir, un contenedor que debe cualificarse como si fuera ni más ni menos que frigoríficos y congeladores, que puede trasladarse y utilizarse como mensajero de los productos farmacéuticos.
En este caso, antes de su uso en el transporte, se debe disponer de todo el flujo de cualificación y, una vez identificados los productos, la ruta y el momento, se puede ejecutar la validación del envío.
4. Verificación de la temperatura y la humedad relativa
La verificación de estos dos parámetros se solicita en casi todas las zonas de almacenamiento de productos farmacéuticos, ya que la temperatura y la humedad relativa son los dos parámetros principales que se comprueban durante los estudios de estabilidad, y estos parámetros pueden afectar a la calidad del producto al acelerar una posible reacción de degradación.
Cuando se prevé el envío, se solicita un registro continuo de los datos de la carga para detectar cualquier discrepancia respecto a la condición predefinida.
En el mercado existe instrumentación específica, conocida como registrador de datos, para realizar este tipo de actividad, que puede dividirse básicamente en dos categorías principales:
- Data logger de un solo uso
- Data logger reutilizable
La función principal del data logger es recoger datos durante el transporte, registra los datos y, cuando la carga llega a su destino final, se descargan los datos para revisarlos y almacenarlos y así permitir el control del cumplimiento de los parámetros con el valor predefinido.
Es importante subrayar que el registrador de datos debe tener un correcto mantenimiento y estar calibrado, en caso de que sea reutilizable, debe existir un paquete de validación completo para el sistema de recogida, gestión y almacenamiento de datos.
Deben verificarse y validarse los principios de integridad de los datos.
En el mercado existe una amplia gama de instrumentos y se pueden encontrar diferentes modelos para cubrir las necesidades específicas en términos de parámetros medidos, rangos de intervalo de parámetros y tipo de registrador de datos.
En el caso de los vuelos aéreos, debe utilizarse un registrador de datos específico que cumpla las normas de la IATA y que esté técnicamente diseñado para soportar las diferentes condiciones durante la ruta de vuelo.
5. Verificación de otras variables críticas
Además de la temperatura y la humedad, hay otros parámetros que pueden considerarse críticos durante el transporte de productos farmacéuticos, como los golpes (impacto horizontal), la luz y la posición.
También existe instrumentación específica para satisfacer diferentes necesidades en cuanto a medición, almacenamiento y descarga de parámetros.
Si el parámetro se considera crítico, el data logger elegido debe disponer del paquete de validación para temperatura y humedad relativa, como se ha mencionado anteriormente.
Transporte a temperatura controlada y Validación de la cadena de frío
La validación del envío implica todos los requisitos previos mencionados anteriormente, y se requiere una verificación adicional del impacto de la ruta para garantizar el cumplimiento de los parámetros críticos del producto durante el transporte a lo largo de toda la ruta hasta la entrega del producto en su destino final.
Esta verificación tiene como objetivo medir, registrar y evaluar todos los parámetros críticos para garantizar que dichos parámetros se mantienen dentro de los límites predefinidos durante todo el transporte hasta que se alcanza el destino final y se entrega el producto.
La validación del transporte puede ejecutarse aplicando distintos enfoques, en función de la ruta o rutas de que se trate y, cuando las rutas establecidas se aplican con frecuencia y están bien definidas, puede aplicarse un enfoque basado en el riesgo para minimizar el esfuerzo de validación.
Los enfoques basados en el riesgo y científicamente sólidos identificarán el "peor escenario posible", lo que conducirá a un protocolo de validación de la ruta identificada, que cubrirá todos los posibles fallos y los correspondientes riesgos asociados. La validación de la ruta en el peor de los casos se utilizará entonces para validar las cargas estándar predefinidas, cubriendo también las rutas menos arriesgadas.
El enfoque de la evaluación de riesgos debe ser proporcional a la complejidad de las rutas implicadas.
Siempre que se trate de escenarios de rutas múltiples y complejas, es aconsejable utilizar herramientas de QRM bien estructuradas, como FMEA y FCMEA, o similares. Si se evalúa un entorno menos complejo, un enfoque más sencillo de "horquillado" puede funcionar y ahorrar tiempo.
La complejidad de la ruta está vinculada principalmente a los siguientes factores:
- Número de rutas
- Número de paradas a lo largo de la ruta
- Cambio de medio de transporte
- Cambio de zona climática
- Duración del viaje
Otras peculiaridades en función de la ruta y el producto deben examinarse caso por caso.
El transporte de productos farmacéuticos es especialmente crítico cuando se trata de bajas temperaturas; las condiciones de "cadena de frío" suelen aplicarse a temperaturas inferiores a 10°C, que sólo pueden alcanzarse y mantenerse utilizando contenedores (pasivos o activos) e instrumentación específicos, como se ha mencionado en el capítulo anterior.
Los riesgos asociados a este tipo específico de envío deben considerarse y evaluarse cuidadosamente.
Las criticidades cambian en función del transportista elegido, y los principales puntos que deben contemplarse son:
-
- Tipo de configuración interna
- Tipo de material de soporte en frío
- Necesidad de rellenado a lo largo de la ruta
- Posible lugar de reabastecimiento
- Tiempo máximo de validación del transporte
-
- Disponibilidad de lugares de recarga en caso de que un mensajero tenga una autonomía limitada de la batería interna.
- Disponibilidad de enchufes a lo largo de toda la ruta para mensajeros con suministro eléctrico
- Compatibilidad del suministro eléctrico a lo largo de la ruta
Conclusión
La validación del transporte en general, y específicamente la validación de la Cadena de Frío y su continua necesidad de verificación, implica una serie de actividades diferentes a realizar antes, durante y después de la validación.
Toda la documentación que respalde las actividades mencionadas debe estar disponible para demostrar la correcta ejecución y el resultado positivo de las mismas, así como la solidez del método elegido para garantizar las condiciones de transporte correctas para el producto específico.
Cualquier posible desviación y/o cambio que pueda surgir debe investigarse a fondo y remediarse en caso de que tenga un impacto directo en la calidad del producto y en sus parámetros críticos.
El control de la temperatura es, obviamente, un gran reto cuando se requiere mantener valores extremos; no obstante, se pueden encontrar varias soluciones diferentes e incluso el control de la temperatura más exigente se puede cumplir con arreglos de venta libre.