Impacto de las nuevas directrices de beneficio-riesgo de la EMA en la medicina veterinaria en 2025

por Leonardo Giraudo, Pharmacovigliance Compliance Expert at PQE Group

En noviembre de 2024, el Comité de Medicamentos Veterinarios (CVMP) de la Agencia Europea de Medicamentos adoptó una directriz revisada sobre la “Evaluación de la relación beneficio-riesgo de los medicamentos veterinarios” para seguir mejorando su procedimiento de evaluación de los productos veterinarios en la UE. La revisión, que entrará en vigor en mayo de 2025, se ajustará al marco normativo y científico vigente establecido por el Reglamento (UE) 2019/6, que abarca varios aspectos clave de los medicamentos veterinarios, como la autorización y el uso de medicamentos veterinarios y la farmacovigilancia, entre otros.

Desde la adopción de la directriz original en 2009, se han producido varios cambios normativos, avances y nuevas preocupaciones sobre cuestiones como la resistencia a los antimicrobianos, que han hecho necesaria una actualización por parte del CVMP. La actualización, un documento de trece páginas, ofrece un enfoque nuevo y más estructurado de la evaluación de la relación beneficio-riesgo de los medicamentos veterinarios para una toma de decisiones más coherente y transparente por parte de las autoridades, ofreciendo un enfoque sistemático de las evaluaciones previas y posteriores a la autorización. Esto significa que las evaluaciones regulatorias de los medicamentos veterinarios se basan ahora en un enfoque estructurado y orientado al riesgo que tiene en cuenta no sólo los beneficios del producto, sino también los peligros potenciales para los animales, los seres humanos y el medio ambiente.

Aunque los requisitos regulatorios para el sector siempre han sido estrictos, los titulares de autorizaciones de comercialización (MAH, Marketing Autorization Holders), los veterinarios y otras partes interesadas deben esperar requisitos aún más estrictos para demostrar la seguridad y eficacia de los medicamentos, además de las obligaciones de supervisión e información continuas a medida que el mundo se desplaza hacia una farmacovigilancia más estricta.

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¿Qué es un análisis beneficio-riesgo?

El título de la directriz deja en claro que un aspecto central del documento es el análisis beneficio-riesgo de los medicamentos veterinarios. Aunque esto pueda parecer sencillo, la evaluación de estos productos es mucho más compleja que simplemente determinar si un medicamento es bueno o no para los animales y los seres humanos.

Un buen análisis beneficio-riesgo debe ofrecer un planteamiento sistemático para determinar si un medicamento veterinario realmente cumple con lo que promete y si los "beneficios" justifican los "riesgos", los cuales siempre deben estar superados por los beneficios. Las autoridades regulatorias realizan estas evaluaciones no solo antes de otorgar la autorización, sino a lo largo de todo el ciclo de vida del producto, garantizando la seguridad permanente para los seres humanos, los animales y el medio ambiente mediante la revisión de los datos científicos que respaldan los beneficios y su justificación frente a los riesgos. Una vez que se ha concedido la autorización a un producto, los propietarios de los animales y los veterinarios también contribuyen a este análisis mediante la notificación de efectos adversos y la observación de los efectos a largo plazo del tratamiento.

 

¿Por qué se están implementando estos cambios ahora y qué implican para la industria?

Los animales desempeñan un papel clave en nuestras vidas, no solo como mascotas, sino también en el sector agrícola como fuentes de alimento, trabajo y materias primas, sustentando subindustrias como la láctea y la cárnica, de las cuales dependen miles de millones de personas en todo el mundo para su nutrición. Para proteger a los animales, a las personas que interactúan con ellos y su entorno, así como para abordar preocupaciones crecientes sobre la resistencia antimicrobiana y el impacto ambiental, el CVMP ha trabajado en el desarrollo de estándares sistemáticos de evaluación beneficio-riesgo. El objetivo es eliminar inconsistencias entre los Estados miembros de la UE y establecer un marco más claro para la evaluación de los medicamentos veterinarios.

Con la entrada en vigor de estos cambios, las empresas farmacéuticas deberán presentar datos más completos no solo durante el proceso de autorización de comercialización, sino también en múltiples etapas del ciclo de vida del producto. Esto permitirá a las autoridades llevar a cabo evaluaciones más rigurosas en la fase posterior a la comercialización para determinar si los beneficios de un producto siguen siendo superiores a sus riesgos. Esto significa que, aunque se haya concedido la autorización a un producto, podría ser revocada si las evaluaciones regulatorias posteriores determinan que presenta más riesgos que beneficios.

Si bien la mayor parte del impacto recae sobre los fabricantes, los propietarios de animales y los veterinarios también se verán afectados, ya que ciertos productos considerados de alto riesgo tras su autorización requerirán medidas de seguridad adicionales para cumplir con los protocolos regulatorios de seguridad y tratamiento.

 

¿Cómo funcionará y se supervisará la nueva regulación?

Como se mencionó anteriormente, la nueva directriz hace hincapié en un planteamiento estructurado y en múltiples etapas para garantizar que los medicamentos veterinarios sean sometidos a un escrutinio riguroso antes de su aprobación regulatoria y a lo largo de su ciclo de vida. Las empresas farmacéuticas ahora deben esforzarse al máximo para demostrar que sus productos ofrecen los beneficios que afirman tener, minimizando al máximo los riesgos potenciales antes de solicitar la aprobación. A partir de la documentación presentada, los ensayos clínicos y los datos científicos disponibles, los organismos regulatorios nacionales y la EMA evaluarán estos productos para determinar su seguridad, eficacia y equilibrio beneficio-riesgo. Una vez que un producto recibe la autorización para su uso en la UE, se somete a una monitorización continua para asegurar su seguridad y eficacia a lo largo del tiempo.

Con el producto en el mercado, los Titulares de Autorización de Comercialización (MAH) son responsables de supervisar y notificar a las autoridades los efectos adversos, patrones de resistencia y cualquier nuevo riesgo identificado dentro del plazo estipulado, en cumplimiento con la normativa del sector. En caso de que surja un riesgo nuevo o mayor, las autoridades, en función de la gravedad del riesgo, pueden exigir estudios adicionales, imponer restricciones o incluso revocar la autorización del producto.

Para reforzar la supervisión continua de estos productos, además de la base de datos de farmacovigilancia que recopila informes de seguridad de veterinarios, empresas farmacéuticas y agencias regulatorias de toda la UE, los fabricantes también deberán presentar informes anuales de seguridad. Estos informes detallarán cualquier problema que surja y las medidas implementadas para abordarla, promoviendo un enfoque proactivo en la gestión de la seguridad de los productos veterinarios en toda la industria. Esta nueva metodología de farmacovigilancia sitúa a las empresas en una posición de liderazgo en la participación proactiva en la evaluación y mitigación de riesgos, impulsando la detección precoz de riesgos en lugar de esperar a una intervención regulatoria.

 

¿Qué esperar después de mayo de 2025?

Una vez que la regulación entre en vigor el 15 de mayo de 2025, los fabricantes de medicamentos veterinarios y otras partes interesadas de la industria deberán asumir nuevas responsabilidades y cumplir con obligaciones actualizadas. Mientras que los fabricantes enfrentarán un proceso de aprobación más riguroso y mayores exigencias en la presentación de datos extensos de ensayos clínicos, evaluaciones de riesgo ambiental y estudios sobre resistencia antimicrobiana, los veterinarios y propietarios de animales deben prepararse para posibles cambios que puedan afectar la disponibilidad de medicamentos.

Debido a la estricta supervisión, algunos productos veterinarios que ya están en el mercado podrían ser retirados o estar sujetos a nuevas restricciones si se considera que presentan riesgos, lo que impactará la forma en que se prescriben y administran estos tratamientos.

 

¿Qué puedes hacer para estar preparado?

Con la actualización de la directriz de la EMA sobre la evaluación de la relación beneficio-riesgo de los medicamentos veterinarios, que entrará en vigor el 15 de mayo de 2025, los fabricantes deben redoblar esfuerzos para garantizar el pleno cumplimiento de la nueva normativa y evitar sanciones o interrupciones en sus operaciones. Además de evaluar sus productos en términos de cumplimiento y seguridad, actualizar la documentación y fortalecer sus sistemas de farmacovigilancia, las empresas deben optimizar sus metodologías de evaluación beneficio-riesgo para abordar cualquier factor de riesgo que haya sido pasado por alto anteriormente.

Mantenerse al día con nuevas regulaciones y cambios en la industria nunca es tarea fácil, especialmente en un sector tan dinámico como el de las Ciencias de la Vida. Por eso, en PQE Group, nos dedicamos a asumir esa carga de las empresas farmacéuticas, permitiéndoles centrarse en su negocio. Nuestros expertos en farmacovigilancia y asuntos regulatorios llevan décadas navegando por los desafíos de la industria, por lo que puedes confiar en nosotros para ayudarte a cumplir con las nuevas directrices de la EMA sobre beneficio-riesgo para medicamentos veterinarios y otros retos regulatorios.

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