Cuatro formas de reducir los residuos y ser más ecológico
La industria farmacéutica, un sector en constante evolución basado en la innovación, desarrolla y suministra los tratamientos más recientes y eficaces a miles de millones de pacientes en todo el mundo, utilizando ritmos y métodos muy variados. Definir la sostenibilidad en un contexto tan dinámico puede parecer difícil. Sin embargo, un análisis más detallado del ciclo de vida de los productos farmacéuticos revela que ser sostenible y respetuoso con el medio ambiente no consiste en centrarse selectivamente en ciertos aspectos. Por el contrario, implica un enfoque global que abarca desde el abastecimiento de materias primas y la utilización de procesos de fabricación energéticamente eficientes hasta la reducción de emisiones y la gestión responsable de los residuos.
1. Descarbonización
Las actividades humanas son las principales responsables del aumento de la temperatura global de la Tierra, que, según el Observatorio de la Tierra de la NASA, probablemente siga incrementándose por la mayor demanda de productos para satisfacer las necesidades de los consumidores a partir de la escasez durante el confinamiento provocado por COVID-19. La descarbonización o reducción de las emisiones a la atmósfera de dióxido de carbono (CO2) o, más concretamente, de gases de efecto invernadero (GEI), debería ser uno de los principales objetivos ecológicos de toda empresa farmacéutica, ya que la dependencia durante décadas de los combustibles fósiles para la producción farmacéutica y los sistemas HVAC, ha contribuido significativamente a la huella de carbono de la industria. Este cambio hacia prácticas más sostenibles no sólo se alinea con los esfuerzos mundiales para combatir el cambio climático, sino que también ofrece beneficios en términos de cumplimiento normativo, eficiencia operativa y responsabilidad corporativa. Cambiar a fuentes de energía alternativas y más sostenibles y adoptar sistemas HVAC más inteligentes son algunos de los pasos clave que podemos seguir como industria para minimizar nuestra huella de carbono.
2. Optimización de la eficiencia energética
A medida que el mundo se enfrenta a una creciente demanda de energía, la postura de la Unión Europea respecto a la eficiencia energética está bien documentada en sus políticas energéticas. Lograr la eficiencia energética, especialmente durante la fase de la producción, depende de la voluntad de las empresas farmacéuticas de utilizar responsablemente la energía como recurso limitado y ejemplar nuevas tecnologías para moderar, optimizar y controlar el consumo de energía. Esto implica la integración de prácticas sostenibles en cada paso del proceso de producción, desde el diseño de instalaciones energéticamente eficientes hasta la innovación de los procesos de producción y la implantación de sistemas avanzados de monitoreo que garanticen un consumo óptimo de energía. Estas estrategias no sólo se ajustan a los objetivos medioambientales de la UE, sino que también contribuyen a la sostenibilidad general y la rentabilidad de las operaciones farmacéuticas.
3. Aprovechamiento total de los recursos y reducción de residuos
Los recursos naturales de la Tierra, de los que todos dependemos, son abundantes pero finitos. A menos que tomemos las medidas necesarias, tanto a nivel individual como industrial, podríamos enfrentarnos a un futuro en el que estos recursos cruciales sean escasos o se agoten. La producción de medicamentos, un proceso intensivo en recursos requiere una cantidad significativa de materias primas, energía y agua, lo que exige la adopción de prácticas de fabricación más sostenibles. Para que la industria y las empresas que la componen prosperen, hay que optimizar el uso de los recursos usando solo lo necesario, y evitar la generación de residuos y el vertido de contaminantes peligrosos al agua y al suelo.
4. Reutilizar y reciclar
La actual crisis medioambiental que enfrentamos, grave y potencialmente mortal, nos ha impulsado a reconsiderar y renovar nuestra cadena de producción para garantizar que los recursos se reciclan y reintroducen en el proceso productivo para reducir los residuos y minimizar nuestro impacto medioambiental en todo el ciclo de vida del producto. Este impulso hacia la sostenibilidad no solo ha sido promovido por las autoridades regulatorias; los consumidores, más sensibilizados con el medio ambiente en los últimos años, demandan cada vez más productos respetuosos con el medio ambiente, lo que obliga a las empresas farmacéuticas a adoptar prácticas más responsables con el medio ambiente.
Por qué el viaje hacia la sostenibilidad debe empezar por las instalaciones de fabricación
Nuestro mundo está experimentando una transformación, ya que las catástrofes naturales y los fenómenos meteorológicos impredecibles nos obligan a replantearnos nuestra forma de operar y seguir proporcionando curas y tratamientos a pacientes de todos los rincones del planeta. Unas instalaciones de producción sostenibles deberían ser el núcleo de toda empresa farmacéutica que quiera prosperar en nuestra industria en constante cambio, que nos exige adaptarnos al mundo exterior para seguir cumpliendo las normativas y seguir siendo funcionales.
PQE Group y Techniconsult Group son conscientes de los retos que plantea la gestión de una instalación en el mundo moderno, en uno de los sectores más regulados del mundo. Por eso han desarrollado una estrategia para ayudar a las empresas farmacéuticas a ser más ecológicas y minimizar los residuos y el impacto ambiental, maximizando al mismo tiempo la eficiencia y el rendimiento. Tomando la iniciativa de descarbonizar, reutilizar, reciclar, reducir los residuos y optimizar la eficiencia energética en nuestras instalaciones, todos podemos contribuir a un futuro más verde, limpio y brillante.