La aprobación de la ley sobre el cannabis en abril de 2017 supuso un cambio significativo para Alemania.
Antes, los pacientes tenían acceso a terapias basadas en el dronabinol, un cannabinoide aislado del THC que todavía utilizan unos cuarenta mil pacientes. Sin embargo, tras la promulgación de esta ley, se ha hecho posible la prescripción del fitocomplejo, es decir, los componentes de la planta, en forma de inflorescencia o extracto fluido.
Aunque el mercado alemán del cannabis es bastante nuevo, ya supera al italiano, por ejemplo. En cuanto a variedades vegetales disponibles (más de 200 inflorescencias), productos (unos 70 extractos estandarizados) y empresas (con posiblemente más de 100 operadores implicados), por no hablar de las toneladas de materiales consumidas cada año.