El pensamiento crítico y la calidad por diseño son dos conceptos diferentes que, cuando se unen, potencialmente pueden crear la oportunidad de mejorar los procesos, optimizar la eficiencia, reducir los problemas, al tiempo que promueven mejores evaluaciones de riesgo, lo que en general puede producir mejores resultados con la validación, los procesos de fabricación, los sistemas de calidad y la implementación de tecnología.
El pensamiento crítico, por definición, es el proceso intelectual disciplinado de conceptualizar, aplicar, analizar, sintetizar y/o evaluar activa y hábilmente la información obtenida o generada por la observación, la experiencia, la reflexión, el razonamiento o la comunicación, para ayudarnos a determinar nuestro camino a seguir. La información se digiere teniendo en cuenta la experiencia previa y existente, los antecedentes y los riesgos identificados, y utilizando este conocimiento histórico para avanzar utilizando procesos mejor planificados, más eficientes y demostrados para obtener mejores resultados.
En esencia, el pensamiento crítico es un tipo de pensamiento en el que el pensador mejora la calidad de su pensamiento haciéndose cargo hábilmente de las estructuras inherentes al pensamiento e imponiéndoles normas intelectuales.