La descarbonización es uno de los objetivos más difíciles del presente siglo: el efecto de las acciones antrópicas sobre las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) es tan evidente como el consiguiente impacto sobre el cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos.
La complejidad del problema es enorme, ya que las emisiones GEI están vinculadas a casi todas las actividades relacionadas con una empresa: procesos de producción, servicios, viajes de negocios, desplazamientos al trabajo y todas las actividades de la cadena de suministro. Teniendo esto en cuenta, el protocolo de GEI introdujo el concepto de "alcance" para clasificar el tipo de emisiones: