Invertir en capital humano se está convirtiendo, cada vez más, en la prioridad de toda empresa que quiera mantenerse competitiva en un mercado que vive una transformación digital total y la llegada de la Industria 4.0. Además, la actual emergencia por Covid-19 ha traído nuevos desafíos, con una disminución de rendimiento y oportunidades. Dada esta situación global, este parece ser el mejor momento para dirigir la atención a los recursos más importantes que tiene una empresa: las personas.
En la actualidad, el trabajo remoto ha pasado de ser opcional o a tiempo parcial a ser obligatorio o “muy recomendable”, al menos para los puestos de trabajo para los que es aplicable. Con esta nueva dinámica, presenciamos (y aún lo estamos haciendo) a un cambio de paradigma y un importante proceso de remodelación organizacional, especialmente para aquellas empresas que no estaban del todo preparadas para el cambio digital. Ha quedado claro que, esta nueva forma de trabajar representa una gran oportunidad para las empresas, porque brinda a los empresarios la oportunidad de aprovechar este momento y contexto específico, para acelerar el proceso de evolución que hará que su empresa esté lista cuando el mercado se reanude por completo.