Un equipo capacitado desempeña un papel fundamental para garantizar la seguridad de los medicamentos en el sector de la salud animal. Para lograrlo, las empresas deben centrarse en dos objetivos principales: la seguridad y la eficacia de sus productos. El personal implicado en las actividades de farmacovigilancia veterinaria debe recibir formación inicial y continua para desempeñar eficazmente sus funciones y responsabilidades. La colaboración entre el equipo de garantía de calidad y el de farmacovigilancia es crucial para definir las necesidades de capacitación, desarrollar un plan de capacitación y supervisar su eficacia. Los distintos miembros del equipo requieren distintos niveles de capacitación en farmacovigilancia; el staff que no se dedica a la Farmacovigilancia debe centrarse en conceptos básicos y en el reconocimiento de acontecimientos adversos, mientras que el staff de Farmacovigilancia debe recibir una capacitación en profundidad sobre las normativas y directrices aplicables.