La diabetes mellitus gestacional (DMG) refleja una marcada intolerancia al consumo de glucosa durante el embarazo. No existe una definición universal, aunque un consenso biológico se basa en los resultados de una prueba de tolerancia a la glucosa realizada a mitad de la gestación. Esto ha revelado un aumento sostenido en la prevalencia de DMG en todo el mundo, particularmente marcado en los países de ingresos medios, tanto dentro como fuera de Europa, y afecta entre el 8 y el 30% de todas las mujeres embarazadas, según el país.
La prevalencia epidémica de la diabetes gestacional es alarmante y tiene consecuencias, ya que sus efectos adversos pueden ser “Enfermedades no transmisibles”, (NCDs, por sus siglas en inglés), tanto para la madre como para la descendencia. Existe una falta de conocimiento general, con sólo unos pocos factores de riesgo identificados y un diagnóstico demasiado tardío para una gestión óptima de la DMG y sus consecuencias. Un diagnóstico previo de diabetes gestacional conlleva un riesgo de progresión a diabetes de tipo 2 de hasta el 60% a lo largo de la vida. La identificación de las mujeres con mayor riesgo de progresión a diabetes permite la introducción oportuna de medidas para retrasar o prevenir la aparición de la diabetes y constituye un grupo de alto riesgo fácilmente identificable.
Pero no se limita a la madre: se sabe muy poco sobre el impacto que la diabetes gestacional tiene en la descendencia, y la epidemiología no es mínima: 1 de cada 6 nacidos vivos sufre el impacto de la diabetes gestacional. La bibliografía apunta a un mayor riesgo de obesidad en la infancia y de rasgos de enfermedad cardiovascular en la edad adulta, por lo que la DMG repercute de forma duradera en la salud de los futuros ciudadanos, allanándoles el camino hacia los síndromes metabólicos.
La detección temprana y el manejo de la DMG permiten intervenciones en etapas tempranas, lo que brinda a los médicos, los ciudadanos y los responsables políticos la oportunidad de reducir de forma duradera las “Enfermedades no transmisibles”.