El cannabis se utiliza para el tratamiento de varias enfermedades humanas. Su uso en medicina veterinaria es todavía muy limitado, sin embargo, existen pruebas en la literatura que también apoyan su uso seguro y eficaz en enfermedades veterinarias. En los últimos años, los científicos han estudiado la aplicación del Cannabidiol (CBD), como monoterapia o en combinación con otros fármacos en perros, para tres aplicaciones diferentes: como analgésico para la osteoartritis, como antiepiléptico y como tratamiento para trastornos del comportamiento. Como se informa en los artículos derivados, el CBD redujo significativamente el dolor y aumentó la actividad en perros con osteoartritis, redujo la frecuencia de las convulsiones debidas a la epilepsia y redujo el comportamiento agresivo en perros. En el último año, también se estudió la aplicación del CBD en humanos a través de diversos modelos animales. Por ejemplo, en un estudio con ratas con dolor neuropático, se observó una reducción de la sensibilidad al dolor y de la inflamación; en otro estudio con ratones con enfermedad de Alzheimer se observó una mejora de la función cognitiva y una reducción de la neuroinflamación; en otro estudio más con ratas con lesión medular se observó una mejora de la recuperación de la función motora y una reducción de la inflamación. En un último estudio participaron ratas con inflamación tras un infarto, que experimentaron una reducción de la neuroinflamación y una mejor recuperación motora.